miércoles, 16 de noviembre de 2011

Biografía de Brian Jones (parte 2)

Hoy: "Brian Jones: el alma matter de los Stones"

y "conflicto amoroso entre Brian y Keith Richards"


keith y Ana =(

Brian y Keith Richards

Brian y Anita Pallenberg


Cuando escuchó tocar blues eléctrico al grupo de Alexis Korner en el Cheltenham Town Hall quedó fascinado, se presentó ante Korner, le mostró sus habilidades y decidió mudarse a Londres. Tenía 19 años, y quería su propio grupo. Después de muchas idas y venidas, Brian reclutó a Ian Stewart, Mick Jagger y Keith Richards, que también deambulaban por la escena del R&B, jazz y blues londinenses, participando de varias agrupaciones. Junto a Dick Taylor y Mick Avory (después integrante de The Kinks) debutaron en el Marquee de Londres el 12 de julio de 1962 como The Rolling Stones, el nombre que Brian había elegido para el grupo, en honor a una canción de Muddy Waters que volvia loco a Brian, “Rolling Stone Blues”. Jones era el líder natural, el único que tenía conocimientos musicales formales, el único que sabía tocar guitarra slide, y ademas el favorito de las chicas.
tocaron Roll over Beethoven, pero posteriomente se llevaron un regaño al no ejecutar un blues, Cyril Davies les grito “este no es un maldito Club de Rock and Roll”. Brian era conocido por todos en ese lugar como Elmo Lewis.


Mick, Brian y Keith se mudaron a un sucio y pobre departamento, el 102 de Edith Grove. Rara vez tenían dinero para el calentador. Brian era el único que se lavaba el cabello todos los días con el agua semi congelada de las cañerías. Organizaba los ensayos y les hacía escuchar a sus compañeros discos de Robert Johnson, Muddy Waters, Elmore James y Chuck Berry. A veces
hacía tanto frío que Mick, Keith y Brian se quedaban todo el día en cama, tocando la guitarra bajo las frazadas. Brian consiguió muchas fechas para tocar, algo difícil para los jovencitos en aquel tiempo. Pronto, Brian encontró dos nuevos músicos, Bill Perks (Bill Wyman) en el bajo y Charlie Watts en batería. Ya tenía la formación que creía ideal. Para enero de 1963, The Rolling Stones estaban completos. Y Brian era el manager perfecto: se encargaba de las finanzas del grupo, enviaba artículos por escrito a radios locales y revistas, se encargaba de promover el grupo.

Pero en mayo de 1963 cometió un error que no podía prever. Firmó un contrato con Impact Sound, la agencia de Andrew Loog Oldham y Eric Easton. Oldham, ex jefe de prensa de los Beatles, los ayudo a emprender una carrera internacional. Lo que no imaginaba era que Oldham tomaría decisiones que apartarían a Brian del liderazgo del grupo hasta expulsarlo. Primero corrió a Ian Stuart de la banda y después le entrego el liderazgo del grupo a la dupla Jagger-Richards, dejando de lado el misterioso encanto de Brian. Hacia 1964, Oldham obligó a Mick y a Keith a escribir canciones. Jamás le pidió un tema a Brian. Lo sacó así de la composición y le quitó autoridad musical. Sus compañeros, claro está, no protestaron.

Pero Brian seguía siendo el favorito de la gente. Recibía la mayor parte de las cartas de fans y se llevaba los gritos de las chicas. En 1965, cuando Mick y Keith lograron un éxito con una canción propia, “The Last Time”, el papel de Brian en los Rolling Stones quedó en el olvido. Y eso lo frustró hasta el límite de la locura. Charlie Watts decia: “Quería ser el cantante solista. Desde luego no lo era, y sus problemas respiratorios no se lo habrían permitido, porque era asmático. Y quería ser el líder, pero no lo era”. Brian siempre era excluído de las entrevistas y los arreglos comerciales; jamás participaba de las reuniones importantes. Resulta extraño que Brian Jones les haya dado tanto a los Stones, ya que Brian fue el único Stone que cantaba, componía y ejecutaba las canciones con el alma.


En 1966, los Rolling Stones llegaron al número 1 con Aftermath,, los fans consideran el disco de Brian. Sus contribuciones fueron: las marimbas en “Under my Thumb”, el dulcimer amplificado en “Lady Jane”, el sítar en “Paint it, Black”, los pianos y vibráfonos repartidos entre las demás canciones. Fue un disco con un sonido vagamente amenazante y misterioso que pondría a los Rolling Stones en la vereda de enfrente de los Beatles y en la punta del rock británico de los ‘60. La historia se repitió un año después con Between the Buttons: el gran secreto de la belleza de “Ruby Tuesday” es la melodía de madrigal que Brian tocó en flauta dulce. Pero las canciones, seguían siendo autoría de Mick y Keith. El misterioso Brian, se quedaba en casa tomando LSD, experimentando con grabadores, registrando cintas de “formas libres”, con ideas melódicas que borraba antes de que pudieran convertirse en canción. Solía decir que los demás Stones se reían de él cada vez que intentaba llevar esas ideas al estudio.

Claro que Brian Jones no era una pobre víctima desplazada. Trataba de aquietar su paranoia, en ocasiones justificada, en ocasiones desproporcionada, con pastillas y alcohol, seguía dejando embarazadas a sus amantes y se paseaba en un Rolls-Royce Silver Cloud. Jones el rey de las fiestas, y el más solicitado. En 1965 conoció a la modelo y actriz Anita Pallenberg, y la pareja se hizo célebre como dos iconos decadentes de la moda. Anita tenía fama de bruja, y en ocasiones aparecía en público con el rostro cubierto de moretones. Brian la golpeaba, como había golpeado a todas sus amantes, pero con Anita parecía haber construido una relación sadomasoquista.

La policía británica empezó a perseguir a los Rolling Stones en 1967, año en que pasaron entre los tribunales, la cárcel y las redadas en busca de drogas. Brian tuvo sus encuentros con la Justicia, pero lo máximo que sufrió fue una noche en prisión y varias multas. Sin embargo, estaba convencido de que, si caía preso, lo echarían del grupo. En el verano de 1967, Keith Richards decidió tomarse vacaciones para huir del escándalo de drogas e invitó a Brian y a Anita. Tom Keylock, chofer de los Stones y asistente, llevó a los tres en coche hasta Marruecos. En España tuvieron una parada forzosa, cuando Brian se enfermó (sobredosis o neumonía, las versiones difieren), pero Anita y Keith no se quedaron a esperarlo.
Keylock apenas podía manejar: tanto lo distraían las sesiones de sexo salvaje que Keith y Anita protagonizaban en el asiento de atrás, rumbo a África. Cuando Brian fue dado de alta y se unió a sus amigos en Marrakesh (Mick Jagger y Marianne Faithfull esperaban al resto de la banda allí), la traición de Keith hacia Brian había sido consumada. Por la noche, Anita le confesó a Brian lo sucedido con Keith, furioso, Brian la golpeo, ella huyó de él y corrió a los brazos de Keith, juntos partieron hacia Londres dejando a Brian.

“Le quité a su novia, y arruiné todo para siempre. Nunca me perdonó por eso. No lo culpo.” dijo Richards.

En 1966, Brian Jones cada vez estaba más lejos de los Stones. Sus colaboraciones en el disco Their Satanic Majesties Request, particularmente notables en “2000 Light Years from Home”, donde usó sus experimentos con el Mellotron, la tambura que incluyó en “Jumpin’ Jack Flash”, que le da al tema un ambiente siniestro. Pero Brian pasaba la mayor parte del tiempo huyendo de perseguidores reales e imaginarios, además, insistía con que recibía llamadas amenazantes a su departamento, o que le plantaban drogas.

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